domingo, 25 de mayo de 2014

TIPS PARA ELEGIR LOS ANILLOS DE MATRIMONIO

Al elegir los anillos de matrimonio, debemos de estar muy seguros de la elección, porque estos los llevaremos siempre, así que nos debe gustar mucho y deben ser durables. Antes de decirte que debes hacer para escoger los anillos o alianzas de matrimonio, debemos saber que significa el anillo de matrimonio, y porque debemos usarlo.



EL ORIGEN DEL ANILLO
El rito de los anillos en el matrimonio fue tomado de la ceremonia pagana entre los romanos que hace referencia a la fidelidad.

Antiguamente el esposo ataba los tobillos y muñecas de su amada con una cuerda hecha de hierbas, ya que según el ritual, de esta manera el alma de su amada no lo abandonaría pronto. Con el paso del tiempo tanto el material como el lugar en donde se colocaba este símbolo del matrimonio cambió.

Los anillos de hierbas fueron sustituidos por cuero, pero debido a su pronto deterioro, se optó por hacerlos de piedra pulida, sin embargo no gustaron mucho a pesar de que eran muy resistentes, así que posteriormente se eligieron los metales, específicamente oro y plata para su elaboración.
En la actualidad pueden verse alianzas de oro blanco y platino que llevan grabados en su parte interna el nombre de los novios y su fecha de enlace.

Las primeras argollas
Hace unos 4800 años, La III dinastía del Antiguo Imperio egipcio fue la primera en utilizar un anillo para el dedo, pues para los egipcios, el círculo es carente de principio y de final, es así que éste símbolo tradicional de una boda significa lo ilimitado (eternidad) y éste era, en cierto modo, el compromiso del matrimonio.

Los anillos de oro eran los preferidos de los egipcios ricos, y más tarde de los romanos.
La mujer romana que ya estaba casada y que pertenecía a una clase media, en público exhibía con orgullo su aro de oro, mientras que cuando se encontraba en su hogar llevaba un anillo de hierro.

El diseño de los anillos de matrimonio
En cuanto a los diseños de los anillos, éste solía tener cierto significado en siglos anteriores, pues algunas alianzas romanas tenían una llave en miniatura soldada a ellas; ésta llave significaba de acuerdo con la ley romana, un contrato matrimonial en donde la esposa tenía derecho a la mitad de la fortuna de su marido, y podía cuando quisiera, apropiarse de un saco de grano, una pieza de tela de lino o cualquier otro bien que hubiera en el almacén de su casa.

Colocación del anillo de bodas
Los antiguos hebreos colocaban el anillo nupcial en el índice y en la India se colocaba en el pulgar.
La costumbre en Occidente de lucir el anillo nupcial en el "tercer" dedo (sin contar el pulgar), comenzó entre los griegos, y en base a su clasificación anatómica.

En el siglo III antes de Cristo, los médicos griegos creían que cierta vena, la "vena del amor", iba desde el "tercer dedo" directamente al corazón, así que haciendo alusión a esta vena, el tercer dedo se convirtió en el más apto para llevar un anillo que simbolizara precisamente un sentimiento en el que intervenía el corazón.

Los romanos imitando las tablas anatómicas griegas, adoptaron esta misma práctica, sólo que ellos decidieron con mayor exactitud qué dedo era el tercero, refiriéndose entonces al dedo contiguo al último.

Éste se convirtió también en el "dedo sanador" de los médicos romanos, el utilizado para remover mezclas de medicamentos, puesto que se suponía que la vena de este dedo llegaba hasta el corazón.

Por su parte los cristianos continuaron esta práctica, pero recorriendo los dedos de la mano hasta llegar a la vena del amor. El novio comenzaba colocando primero el anillo en la punta de dedo índice de la novia, al mismo tiempo que pronunciaba las palabras "en el nombre del Padre", luego decía "del Hijo" al tiempo que trasladaba el anillo al dedo medio de su pareja y finalmente proclamaba "y el Espíritu Santo, amén", pasando el anillo al tercer dedo. Esto se conocía como "fórmula trinitaria".

En Oriente, donde consideraban que los anillos eran objetos meramente ornamentales y desprovistos, no importaba el dedo en donde se colocaran.

ELIGIENDO EL ANILLO DE MATRIMONIO
Ahora sí pasemos a las claves de cómo elegir los anillos de matrimonio:

1) Busca diseños en revista o por Internet, en base al gusto de los dos, recuerda, tu pareja debe sentirse cómoda con el uso del anillo que elijan.

2) Antes de tomar la decisión, visita varias joyerías, para solicitar solo presupuestos, si no te gusta nada de lo que ves, puedes diseñar tu propio anillo y pregunta cuánto te cobrarían por hacerlo.

3) En base a los precios que vieron, determinen un presupuesto para los anillos.

4) Existen anillos de oro, de plata y de platino, los más costosos y duraderos son los de platino, pero también pesan demasiado. Su precio es el doble o el triple que los de oro, nuestra recomendación son estos últimos.

5) Los anillos pueden ser de oro blanco o amarillo, los hay brillantes y opacos.

6) Si eliges tus anillos de oro, te recomendamos usar de 18 k o 14 k. El motivo es que, el oro de más pureza, 24 K, si bien es de mayor calidad, tiende a deformarse más fácilmente. Esto se debe a que el oro es un metal muy maleable. Por supuesto que la calidad es excelente, pero no debemos olvidar que es una joya de uso permanente.

7) Toma en cuenta que los anillos de matrimonio deben combinar con el anillo de compromiso, no necesariamente los anillos o alianzas deben ser iguales, el del hombre puede ser más sencillo y el de la mujer más delicado y con diamantes. Pero no se recomienda que tengas dos piedras grandes en  un mismo dedo.

8) Un punto a tener en cuenta es la forma de la mano. Un anillo pequeño en una mano grande, se visualiza como perdido. Claro que un anillo muy grande, con piedras llamativas, en una mano pequeña, causa un efecto demasiado recargado.

9) Un detalle muy importante son los diamantes, si quieres que los anillos tengan una pieza de estas, debes tomar en cuenta 4 variables que determinan la calidad y el valor de los diamantes: color, corte, claridad y carat (peso) en quilates. Estos determinan la belleza, calidad y valor de un diamante.

CORTE O TALLADO: Se refiere a la disposición de las facetas de un diamante y es fundamental para darle un valor único a cada diamante, ya que el corte es lo que le da claridad, brillo y destello.

CLARIDAD O PUREZA: Se refiere al grado que tiene el diamante definido por la mayor o menor cantidad de inclusiones internas naturales que posee, cuanto menos inclusiones tenga un diamante, más valiosa será, debido a que el reflejo de la luz no es obstruido y fluye libremente. Los diamantes perfectos son altamente inusuales.

COLOR: A primera vista todos los diamantes son incoloros, es por ello que el color se refiere al tono que tiene el cuerpo del diamante, no el arcoíris de luz que aparece en la superficie.

El color de un diamante se determina en una escala de letras que comienza en la letra “D”, la cual representa la ausencia de color y conforme se acerca a la “Z” aumenta la tonalidad amarilla, también llamada capuchino o Champagne, lo cual hace que la piedra tenga menor valor, casi ningún diamante es perfectamente transparente.

CARAT WEIGHT: El tamaño de un diamante se mide en peso en quilates y cada quilate se divide en 100 puntos. Existen una gran variedad de tamaños que van desde el más pequeño de 0.025 qt. hasta el tamaño que desee.


Todo anillo con diamantes debe ir acompañado de un certificado gemológico firmado por un gemólogo titulado. Este debe indicar obligatoriamente el detalle exacto de cada característica, la pureza, el color, el peso, la calidad de talla, la forma del diamante y si tiene o no fluorescencia.


10) Elijan la talla correcta, al agitar el dedo no debe de salirse el anillo y tampoco debe quedar muy apretado.


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